Un fenómeno literario que combina la mitología, el terror, el misterio y el romance y derriba el mito de que los chicos de hoy no leen como los de antes.
Dicen que el libro es un objeto pasado de moda. Que los adolescentes ya no leen como antes. O que la competencia de la computadora marginó la lectura joven al hecho de hojear los manuales de PlayStation. Pero, en el marco de la Feria del Libro, estos supuestos que se repiten muy a menudo no se ajustan mucho a la realidad. A los chicos, el libro de papel aún les resulta muy atractivo, aunque los precios no son del todo accesibles para rivalizar con sus otras prioridades.
"Yo leería cualquier cosa... Además el libro siempre es mucho mejor que cualquier película basada en esas historias", responde Valentina Pujol Morini, de 16 años, mientras recorre la Feria junto con su amiga Clara Cimmino de 15 años. "Por ahí lo que pasa es que para leer te escondés porque te pueden tildar de nerd; el libro de papel me gusta más que la tablet porque tiene un olor y una sensación diferente", agregó Clara, aunque no llega a definir muy bien -como todo el mundo a esta altura- los beneficios del papel sobre el formato digital.
Un estudio de la consultora internacional GfK Retail and Technology realizado el año pasado entre 37.000 jóvenes de 25 países mostró que en la Argentina, el 42% de los jóvenes de entre 15 y 19 años encuestados "lee libros" mientras que la media entre México y Brasil asciende al 46% y la global (Europa y Asia), a 57 por ciento. O sea cifras bastante elevadas que rebaten aquello de que "los chicos ya no agarra los libros".
Los juegos del hambre es otro de los "tanques" de la literatura adolescente. Es una trilogía del género distópico y ciencia ficción escrita por Suzanne Collins. Esta obra tuvo una tirada impresionante y fue traducida a 26 idiomas diferentes. El año pasado se estrenó la primera película basada en el libro y en los próximos meses llegará la secuela. Un fenómeno cultural que nació como un simple libro de papel y que después terminó transformándose en una megaproducción de Hollywood.
"Son fanáticos de las sagas y se las devoran en pocos días; si no compran todos los libros es porque algunos son caros y superan los 150 pesos; los padres me dijeron que están desesperados porque se los terminan rápido y piden el que sigue", comentó Micaela Franza, que está a cargo de responder las consultas de los chicos en uno de los stands de librerías en la Feria.
Clara Felgueras, su hermana Inés y su amiga Paz Carpi revuelven los libros de las colecciones de lo que en algunos países ya se ha bautizado como literatura "fantasy".
Este fenómeno, el "fantasy" requiere abrir un paréntesis. Su aparición tiene un antes y un después de la saga de Harry Potter, el joven aprendiz de brujo. Es un género literario que mueve millones de dólares en la industria cinematográfica y editorial. En el "fantasy" no se encuentran solamente los vampiros, sino también las brujas, los fantasmas, el esoterismo, los fenómenos paranormales, el terror, la ciencia ficción, además del romanticismo y el humor, clásicos ineludibles. El misterio y el amor son temas muy presentes en la novela juvenil tanto como la tentación de otros mundos y el gusto crepuscular. En este sentido, la saga Crepúsculo , que ya tiene algunos años y muchos millones de dólares acumulados, abonó el terreno para que aparecieran más autores y títulos en todo el mundo.
Clara deja un ejemplar sobre la mesa del stand y responde: "La saga de los ángeles caídos ( Hush Hush ) y Los juegos del hambre los está leyendo todo el mundo; mezclan ficción con romanticismo, que es algo muy de moda". Consultada acerca de su relación entre las posibilidades digitales y el libro tradicional contesta en plural: "Leemos de noche antes de irnos a dormir y después de estudiar. También cuando estamos al aire libre, porque el libro nos permite tener un momento tranquilos y solos".
Ni tanto; ni tan poco: al parecer los chicos leen libros, sí, pero los que ellos eligen...
Fuente: Diario La Nación (Franco Varise)
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