Francis dice que vivir en el mundo de Los Juegos del Hambre por tres años fue genial. No está preocupado de que las películas sean demasiado oscuras para los niños. Cree que parte de la razón por la cual los libros y las películas son un éxito es porque la autora decidió escribir historias sobre las consecuencias de la guerra y la violencia, y los chicos entienden eso.
Hubo protestas en Tailandia, y los chicos empezaron a usar el saludo de tres dedos que se convirtió en ilegal y las personas fueron arrestadas. La vida funciona como un espejo de la película y la película refleja la historia.
Sabe que hay una base de fans muy apasionada que crecieron y maduraron en estos cinco años. Hay chicos que cuando comenzaron a leerlo eran pre-adolescentes y quizás ahora estén en la universidad. Quizás en 20 años, cuando estén casados y tengan hijos, sientan que es tiempo de mostrarles esto.
En cuánto al final, dice que quisieron hacerlo lo más honesto posible, que no es uno "absolutamente limpio".
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